—No me dan miedo las agujas, pero tampoco me chiflan. Esta mañana, cuando me he levantado no he pensado: «Hoy me harán una analítica de sangre. ¡Qué ilusión!»

Se lo he dicho a la enfermera justo antes que me clavara la jeringuilla y nos hemos reído.

He entrado al centro médico a las 8:01am. Justo acababan de abrir. Había dos personas atendiendo en recepción y una chica enfermera. Me ha parecido verle la cara de «Son las ocho de la mañana, acabo de empezar y me queda una larga jornada de trabajo».

Cuando me ha llamado para hacer la extracción me ha pedido una muestra de orina, que llevaba en pequeño pote. Yo lo tenía dentro de una bolsita de plástico transparente IKEA y le he preguntado:

—¿Lo quieres con la bolsa o sin ella?

—Me da lo mismo, yo la tiraré, ¿no la quieres reutilizar? —ha respondido.

—No me parece la mejora idea —he respondido sonriendo.

La cuestión es que el ambiente que hemos creado en tres o cuatro minutos ha sido de levedad y buen rollo. Creo que lo necesitábamos tanto ella como yo.

Han habido más comentarios con toques de humor y ha sido muy agradable.

Por eso me encanta el humor y por eso divulgo y enseño cómo usarlo de una forma adecuada en contextos profesionales. Porque tiene muchas ventajas, como rebajar tensión o amenizar un poco la mañana.

El humor nos hace sentir mejor.

El humor facilita la conexión entre personas y la conexión entre personas facilita el humor.

Y el humor que suele funcionar mejor es el que parte de algún «dolor» propio o compartido. Cosas que nos frustran, nos dan rabia, nos indignan, nos dan un poquito de miedo, etc.

Es algo que funciona mucho mejor que intentar hacerse el graciosete con algún chascarrillo, chiste malo o juego de palabras infumable (algo que hice durante muucho tiempo, y aún se me escapa de vez en cuando).

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Doy charlas, cursos y talleres sobre cómo usar el humor para comunicar, divulgar y enseñar. Hay un taller que imparto con Borja Nicolau, formador y cómico, del que hemos hecho unas cuantas ediciones.

Un día, después de dar el taller, fuimos a tomar un café y reflexionamos sobre la evolución de nuestro taller y lo que hemos aprendido haciendo varias iteraciones. Algo que se puede extrapolar a cualquier otro proceso creativo: preparar una charla, curso o reunión, crear una web, publicar en redes sociales, etc.

Hoy he publicado un episodio donde compartimos estos aprendizajes, que espero que te sean útiles. Estos son algunos de los temas que comentamos:

• Cómo nos dieron por el feedback.
• Descartar cosas duele.
• ¿Comunicación para generar engagement?
• Un buen título contiene una promesa y/o un arco narrativo.
• Empezar un taller o charla conversando con el público.
• Menos chicha y más práctica.
• Adaptar algunas partes en función del tipo de público.

Descubre esto y mucho más en el último episodio de Presentástico:

​Escucha: Iterar hasta brillar, con Borja Nicolau​

También puedes escucharlo en Spotify, iVoox, Apple Podcasts, Google Podcasts o en tu aplicación para escuchar podcasts.

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Que el humor te acompañe,
Carles Caño.

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PD: En el podcast de DISPERSIÓN ASEGURADA hemos publicado el episodio ¿Concilias o trabas? donde contamos nuestra experiencia con Caro Chan sobre compaginar vida y trabajo.

PD2: meme de la casa del peligro de las compras compulsivas espachurrado en el sofá...

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